Para tratar de superar esa sentimiento de ausencia, de soledad y de vacío, puede ser de gran ayuda tratar de afrontar esa ausencia de una manera positiva, ya que, por ejemplo, podemos pensar que nuestro hijo/a se ha hecho mayor, y ha tenido la valentía suficiente como para tomar la decisión de irse de casa.
Además, también es una buena idea pensar que a partir de esos momentos podremos disfrutar de un mayor tiempo libre, realizando actividades que nos gusten pero que ante todo nos distraigan.
Esto también nos brinda la posibilidad de hacer planes nuevos, realizar actividades que en un momento dado pudimos dejar a un lado, o incluso planificar un buen viaje con nuestra pareja.
Compartir abiertamente los sentimientos ayuda a reforzar los lazos de la propia pareja en sí, y a superar ese sentimiendo de vacío y de soledad.
Hola, en mi opinión, aunque es duro para los padres ver marchar a sus hijos fuera de casa, tienen que tener la satisfacción de que están haciendo algo provechoso en su vida y deben pensar más en sus hijos y qué les conviene más que en ellos mismos puesto que vosotros; los padres, también fuiesteis hijos un día y también tuvisteis que dejar el hogar.
ResponderEliminarBuen aporte!!!